Un equipo hispano-norteamericano, liderado por miembros del LAEFF, ha obtenido espectaculares imágenes en el infrarrojo con el satélite de NASA Spitzer de la nube Barnard 30, localizada en la Cabeza de Orión. Estas imágenes permiten penetrar la nube obscura de polvo y gas y mostrar una nueva generación de estrellas y enanas marrones, que presumiblemente han sido producidas por una explosión de supernova que pudo haber tenido lugar hace unos 3 millones de años.
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